Umberto Lanciotti (Vida y obra)

Umberto Lanciotti.

Umberto Lanciotti.

Umberto Lanciotti nacido el 1 de abril de 1894 en Forano (Sabina, Lazio, Italia) y fallece el 9 de junio de 1974 en Follonica (Toscana, Italia) el anarquista expropiador. fue un anarquista italiano, integrante de lo que se llamó el anarquismo expropiador argentino.

Su padre era empleado ferroviario y por eso fue trasladado con la familia Sassoferrato. A los 19 años, Umberto Lanciotti emigró a Francia. De Francia se embarcó a Estados Unidos –por problemas de trabajo y se estableció en Scranton, Pensilvania.

Trabajó allí en una mina y en una refinería de carbón. Luego inició un largo recorrido por diversas ciudades norteamericanas trabajando en fábricas de automóviles o en bancos. No respondió al llamado a las filas en la Primera Guerra Mundial y fue declarado desertor. En Detroit actuó activamente en el campo anarquista.

En junio de 1920, trabajó de camarero en el barco Andrea Costa, regresa a Génova y de allí a Loreto donde durante 7 meses trabaja como ferroviario. Se embarcó clandestinamente otra vez en el Andrea Costa y desembarcando en Inglaterra, donde vivió tres años y medio.

En marzo de 1925 se embarcó en el Arlanza rumbo a Buenos Aires, donde trabaja como mesero en el restaurante de la tienda Harrods. Se pondrá en contacto de inmediato con los grupos antifascistas y con los anarquistas expropiadores, entre ellos Roscigna, Severino Di Giovanni y Emilio Uriondo.

Con ellos actuó en numerosos actos de expropiación, en atentados dinamiteros, en la liberación de compañeros presos y falsificación de moneda. En Buenos Aires sufrió dos años de cárcel, y en 1933, fue acusado de quemar un coche para cobrar el seguro. Como represalia por su accionar, fue torturado y recibió palizas por parte de la policía de Rosario, pero no delató a ninguno de sus compañeros.

Aunque no se le pudo probar ningún delito se le aplicó la Ley de Residencia y fue entregado al gobierno fascista de Benito Mussolini. En Italia estaba caratulado como anarchico pericoloso e attentatore. El 28 de diciembre de 1933, al ser entregado a los fascistas, lo condenaron a un año de cárcel por deserción. Cumplida esa pena, el 14 de febrero de 1935 fue condenado a tres meses de arresto por “contravenir las obligaciones del confinamiento”.

El 29 de agosto de 1936, la Prefectura de Nápoles informaba que Lanciotti, en la colonia de confinamiento “ha observado mala conducta política agitando entre los confinados y no dando pruebas de ningún arrepentimiento”.

El 5 de julio de 1937, fue trasladado de Ponza a Tremiti. El 8 de agosto de 1937 el consejo de disciplina lo condenó a diez días de arresto “haberse negado a hacer el saludo fascista en la formación”. Veinte días después se le aplicaron treinta días de arresto por el mismo motivo.

El 5 de octubre, otros treinta días y la reducción de subsidio a la mitad, siempre por no hacer el saludo fascista. Pero ya el 27 de octubre, el ministerio, había autorizado a aplicarle dos meses de detención “por obstinada negativa a hacer el saludo romano”. Por lo cual fue trasladado a la cárcel de Lucera.

En el informe anual de Tremiti (31 de diciembre de 1937) se informaba que Lanciotti había demostrado “persistente adhesión a sus ideas subversivas adversas al régimen y las instituciones”.

Luego, en su prontuario apareció una nota del 2 de febrero de 1939, de la prefectura de Foggia, donde se señalaba que durante “el tercer trimestre no ha dado arrepentimiento y ha conservado inalterables las propias ideas anarquistas, frecuentando la compañía de los elementos más peligrosos. Se lo vigila atentamente”. El 5 de marzo de 1939 fue trasladado a Bernalda (Matera) y el 30 de marzo fue devuelto a la colonia de Tremiti. El 31 de marzo de 1939 figura la última referencia a su conducta: “demuestra siempre conservar persistentemente sus ideas subversivas y no deja de instigar a sus similares instándoles a que se nieguen a cumplir con la obligación del saludo romano”.

«En 1975 visité en Italia al anciano Umberto Lanciotti, en compañía de Aurelio Chessa, curador del archivo Berneri, de Pistoia. Tuve con Lanciotti una larga y fructifera conversación. Seguía incorregible. Sus ojos chispeaban cuando recordaba sus andanzas con Severino Di Giovanni, Emilio Uriondo, Miguel Arcángel Roscigna y sus otros compañeros. Todavía soñaba con la revolución libertaria. Lanciotti fue reconocido como “víctima del fascismo” y recibió en ese sentido una pensión, su lucha había sido finalmente, reconocida.»

En una información policial italiana del 20 de febrero de 1935 se señala que Lanciotto “con sus sutiles exhortaciones y sus hábiles consejos ha influido obre el famoso ajusticiado Severino Di Giovanni temperamento sugestionable y exaltado y decidido a llevar a cabo una serie de actos terroristas y criminales en los cuales estuvo casi siempre asistido materialmente y moralmente por el Lanciotti mismo. Y agrega: Lanciotti, experto mecánico y audaz conductor de auto, dotado de una sorprendente calma, aún en las circunstancias más difíciles, fue utilizado por la banda indicada en el maneja de vehículos, en la mutación de puestos y en las precipitadas fugas. Las pruebas de los asaltos donde intervino nunca pudieron ser reunidas en el juicio debido a la astucia nada común y el impenetrable silencio de sus compañeros de acción«

Bibliografía.

Véase también.

 

 

Umberto Lanciotti (1894-1974)

El 1 de abril de 1894 nace en Forano (Sabina, Lacio, Italia) el anarquista expropiador Umberto Lanciotti. Sus padres se llamaban Emidio Lanciotti, ferroviario, y Angela Di Mario. 1897 sa familia se trasladó a Sassoferrato (Marcas, Italia), donde su padre fue destinado. En esta ciudad Umberto frecuentó la Escuela Técnica y sigue con simpatía las peripecias del antimilitarista anarquista Augusto Masetti. 1913 emigró a Francia y posteriormente en EEUU. A Scranton (Pensilvania, EEUU) trabajó de minero y en una refinería de carbón, y se unió a los anarquistas antioganitzadors que publican el periódico cronaca sovversiva a Barre (Vermont, EE.UU.). En 1914 fue llamado a filas para luchar en la Gran Guerra, pero se declaró desertor y permaneció en EEUU. Conoció Raffaele Schiavina, frecuentó Nicola Recchi y colaboró con los del Industrial Workers of the World (IWW, Trabajadores Industriales del Mundo) en diversas actividades de agitación y de propaganda.Cambia de trabajo, primero como operario en la fábrica de chapas de metal MONESSEN y después de contable de banca. Denunció la Gran Guerra, siguiendo la consigna de Luigi Galleani: «Contra la guerra, contra la paz, por la Revolución Social». Posteriormente trabajó en una fábrica automovilística en Detroit (Michigan, EE.UU.) y participó activamente en la campaña de apoyo a Carlo Tresca. Entra como camarero en el barco Andrea Costa y junio de 1920 regresó a Italia, desembarcando en Génova. Marchó hacia Loreto (Ancona, Italia), donde se reunió con sus padres.En esta ciudad trabajó en la construcción de la línea del ferrocarril entre Loreto-Porto Civitanova, pero fue despedido siete meses después por haber participado en una huelga. Luego trabajar un tiempo con un mayorista vitícola en Zadar (Dalmacia). En noviembre de 1922 a Ancona (Ancona, Italia) se vio obligado a enfrentarse con un pelotón fascista y resultó herido. Huyendo de ser detenido como desertor, a finales de año se embarcó clandestinamente otra vez a Andrea Costa hacia los Países Bajos. Llamado por el destacado anarquista Emidio Recchion, se embarcó hacia Londres. En la capital inglesa trabajó hasta marzo de 1925, cuando tuvo que embarcarse clandestinamente en el barco Arlanza hacia Argentina tras haber dar un serio correctivo al empresario que lo tenía contratado y quería despedirlo. En Buenos Aires trabajó de camarero en el restaurante de la tienda «Harrods» y se relacionó con las colonias de anarquistas italianos y españoles, estableciendo una relación especial con Nicola Recchi y Aldo Aguzzi. Entró en contacto con los grupos anarquistas expropiadores, como los de Miguel Arcángel Roscigna, Severino Di Giovanni, Pedro Boadas Rivas, los hermanos Antonio y Vicenzo Moretti, Emilio Uriondo y los hermanos Paulino y Alejandro Scarf, con los que realizó numerosas acciones de expropiación, atentados con dinamita, liberación de compañeros presos, falsificación de moneda, etc. El 23 de junio de 1930, tras una cadena de atentados anarquistas, fue detenido en la trattoria Vesuvio, con Emilio Uriondo y Juan López DUMPIERREZ; juzgado, fue condenado a dos años de cárcel que purgó a la colonia penitenciaria de Ushuaia (Tierra del Fuego, Argentina). El 13 de julio de 1932, en plena dictadura del general José Félix Uriburu, «martillo» de los anarquistas, fue liberado, pero nuevamente detenido en 1933 en Rosario (Santa Fe, Argentina), fue acusado de prender fuego un coche para cobrar el seguro, duramente torturado y deportado a la Italia fascista en aplicación de la Ley de Residencia. Llegó a Nápoles el 24 de octubre de 1933 y fue juzgado y condenado el 28 de diciembre de ese año por un tribunal militar romano por deserción a un año de prisión y, posteriormente, a cinco años de confinamiento. Deportado a la Isla de Ponça (Islas Poncianes, Lacio, Italia), no se dobló ante los fascistas y fue de nuevo condenado, el 14 de febrero de 1935, a tres meses por «contravenir las obligaciones del confinamiento». El 5 de julio de 1937 fue trasladado a las islas de Tremiti (Apulia, Italia), continuó negándose a saludar a la romana en la formación y patín numerosos castigos. Después fue encarcelado en Lucera (Puglia, Italia) hasta enero de 1938. El 5 de marzo de 1939 fue trasladado a Bernalda (Basilicata, Italia) y el 30 de marzo de aquel año devuelto a Tremiti. El 5 de febrero de 1940 fue liberado, pero sin trabajo, se instaló en Milán (Lombardía, Italia), donde permaneció cinco años con Recchi. Tras la II Guerra Mundial volvió a tomar su lugar en el movimiento anarquista y participó en numerosos congresos y reuniones, haciendo constado la prensa libertaria. Un informe policial del 5 de octubre de 1956 informaba que vivía como ayudante de albañil. 1964 se trasladó a Follonica, donde frecuentó los anarquista Renato Palmizzi y Andrea Anelli. Contrario a la Federación Anarquista Italiana (FAI), 1966 se integró en los Grupos de Iniciativa Anarquista (GIA). Umberto Lanciotti murió el 9 de junio de 1974 en Follonica (Toscana, Italia). Su testimonio fue recogido por Alberto Prunetti para el libroPotasa. Storie di Sovversiva, migrantes, errantes, sottratti alla Polvere degli Archives (2004).