Juana Rouco Buela (Vida y obra)

Juana Rouco Buela (1889 – 1969). Nació el 19 de abril de 1889 en Madrid, comunidad de Madrid, (España) y murió el 31 de octubre de 1969 en Buenos Aires (Argentina).

Fue una obrera del vestido, anarquista comprometida con la emancipación de la mujer y figura central del anarcosindicalismo argentino. Pionera feminista que cultivó el periodismo fue directora y cofundadora del periódico «La Nueva Senda» en 1909 en Montevideo, (Uruguay).

Huérfana de padre a los cuatro años, en 1900 viaja con su madre a Argentina, donde ya se encontraba su hermano mayor. Siendo apenas una niña comienza a trabajar en una fábrica y aprende por su cuenta a leer y escribir, destacando pronto en las luchas libertarias.

En 1904 es figura central del anarcosindicalismo argentino de tendencia feminista, y participa en la manifestación del 1 de mayo, durante el mitin convocado por la FORA que es duramente reprimido por la policía.

En 1907 junto a Virginia Bolten, Teresa Caporaletti, María Collazo, Elisa Leotar, María Reyes, Violeta García y Marta Newelstein organizan el Centro Femenino Anarquista.1Paralelamente, en Rosario, se funda el Centro Femenino Anarquista “Luisa Michel”, en memoria de la revolucionaria francesa que participó en La Comuna de París en 1871.

Juana Rouco y María Collazo son oradoras durante la masiva marcha organizada por el comité de la histórica Huelga de Inquilinos protestando por el alza de alquileres y desalojos de los conventillos. Esta huelga tuvo la adhesión de 100 mil personas, la mayoría obreros/as. Fue reprimida a sangre y fuego. Como consecuencia de la represión hubo una víctima de 17 años llamado Miguel Pepe.1 A raíz de su participación, el gobierno aplica la Ley de Residencia para expulsar a varios dirigentes anarquistas por su condición de extranjeros, como María CollazoVirginia Bolten, uruguayas, y Juana Rouco Buela, española que es deportada a Europa.

En 1908 llega al puerto de Barcelona y conoce a la militante anarquista Teresa Claramunt y visita varias escuelas que se rigen por la pedagogía libertaria de Francisco Ferrer i Guardia.1 Tiempo después regresa al Río de la Plata, recalando en Uruguay.

En 1909, fue cofundadora y directora2 del periódico anarquista «La Nueva Senda»,3 publicado en Montevideo, junto a Virginia Bolten, María Collazo y un equipo de anarquistas varones.4

Por haber sido oradora en un mitin en repudio al fusilamiento en Barcelona, del educador español Francisco Ferrer i Guardia sufre nuevas persecuciones. Ante una redada policial frente a su casa se escapa disfrazada con ropa masculina. Logra salir de Colonia vestida de riguroso luto, con la cara cubierta por un velo a la usanza de la época y una niña en brazos. Luego del fusilamiento del educador español el Diario «El Día»1 publica unos versos en honor a Juana:

«Es cosa que desconsuela, ver que se vuela la Buela con tanta descortesía que es como si en este día le arrancaran una muela…o dos a la policía»Lasso de la Vega, Leoncio

En Argentina una huelga general convocada por la FORA, provoca una represión desatada contra los dirigentes más combativos, entre ellos, Juana Rouco. Y es detenida y entregada a Montevideo bajo el pedido de extradición.

Luego de permanecer casi un año en prisión, obtiene su libertad bajo fianza, volviendo nuevamente a las filas anarquistas uruguayas, sin interrumpir su militancia hasta 1914.

En 1914 planifica radicarse en París, es descubierta en el barco en que viaja hacia Europa en forma ilegal y desembarca en Brasil. Se instala en Río de Janeiro durante tres años, alternando su oficio de planchadora con su activismo en el mundo intelectual y obrero carioca.

Tres años después regresa a Buenos Aires, y comienza su intervención en huelgas que estallan en forma constante. El clima de violencia en las luchas sociales alcanza su expresión más álgida durante la «Semana Trágica». Junto con su compañero José Cardella, desarrolla charlas por distintas ciudades del interior del país, las cuales le permiten ser reconocida por su desempeño múltiple: dirigente sindical, oradora, escritora y feminista, aunque mantuvo diferencias con los movimientos feministas.

En la ciudad balnearia de Necochea, el año 1921, un grupo de mujeres encabezadas por Juana Rouco Buela funda el Centro de Estudios Sociales Femeninos, que da nacimiento al periódico anarquista de “Ideas, Arte, Crítica y Literatura” «Nuestra Tribuna» (1922-1924).

Al igual que La Voz de la Mujer, recibe muchas críticas y suscita una polémica entre los círculos anarquistas. La publicación también afronta dificultades financieras y la negativa de la imprenta a seguir imprimiéndola, por las amenazas de la policía. El último número aparece en noviembre de 1923. Juana Rouco y su familia deben abandonar Necochea.

El 1 de noviembre de 1924, en la localidad de Tandil, reaparece «Nuestra Tribuna», aunque por un tiempo corto. Afronta de nuevo muchas dificultades. El local del periódico es atacado a balazos por un grupo opuesto a las ideas de la publicación y esta sale de la circulación. Al año siguiente, en Buenos Aires, se publican los tres últimos números.

El golpe de Estado de 1930 es un momento de inflexión para los grupos anarquistas y para la propia Juana, que queda sola con sus hijos al ser abandona por su compañero.

Con la Guerra Civil Española reaparece Juana Rouco Buela, organizando con otras mujeres de diversos partidos políticos y agrupaciones feministas, formas alternativas de ayuda a la causa republicana. En 1964 escribe y se publica su autobiografía «Historia de un ideal vivido por una mujer«. Fallece en Buenos Aires, a los 80 años de edad, el 31 de octubre de 1969.

Publicaciones.

  • Juana Rouco Buela. Historia de un ideal vivido por una mujer. Buenos Aires, 1967/ La Malatesta editorial y Tierra de Fuego 2013 ISBN 978-84-938306-4-9

Véase también.

Bibliografía.

  • Barrancos, Dora. Mujeres, entre la casa y la plaza. Buenos Aires: Sudamericana. 2008.
  • Horacio Tarcus (director): «Diccionario Biográfico de la Izquierda Argentina», Buenos Aires, Emecé, 2007.

Referencias.

  1. a b c d Rouco Buela, Juana (Noviembre de 2011). Historia de un ideal vivido por una mujer. Tierra del Sur. p. 39.
  2. «Historia de un ideal vivido por una mujer | Los Libreros Recomiendan». http://www.loslibrerosrecomiendan.com (en español de España). Consultado el 26 de enero de 2017.
  3. Rama, Carlos M. (1 de enero de 1990). El Anarquismo en América Latina. Fundacion Biblioteca Ayacuch. ISBN9789802761173. Consultado el 26 de enero de 2017.
  4. El Anarquismo en América Latina.

Enlaces externos.

JUANA ROUCO BUELA – DEL CENTRO FEMENINO ANARQUISTA

El 19 de abril de 1889 nace en Madrid (España) la anarcosindicalista y propagandista anarcofeminista Juana Buela, más conocida como Juana Rouco Buela.

Cuando tenía cuatro años quedó huérfana de padre, quedando en la miseria ; nunca fue a la escuela.

El 24 de julio de 1900 llegó como emigrante a Argentina con su madre, donde ya vivía un hermano 10 años mayor que ella, Ciriaco, y desde muy joven entró a formar parte del movimiento libertario y anarcosindicalista de la mano de este, que también enseñó a leer y escribir.

En 1904 participó activamente en los actos del Primero de Mayo, que fueron duramente reprimidos, y que acabaron con la vida del fogonero marítimo de 22 años Ocampo.

En 1905 asistió, con el apoyo de Francisco Llaqué, secretario del Consejo Federal y redactor del periódico «La Protesta», como delegada indirecta en representación de los obreros de la Refinería Argentina de Azúcar de Rosario, entonces en huelga, en el V Congreso de la Federación obrera de la Región Argentina (FORA), donde proclamó claramente que la finalidad de la federación obrera es el comunismo anarquista. 1907 entró a formar parte , con María Collazo, Virginia Bolten, Marta Neweelstein, Teresa Caporaletti y otros, del grupo creador del primer local libertario de mujeres del país «Centro Femenino Anarquista», que tenía como sede la Sociedad de Resistencia de Conductores de Carros, y participó enérgicamente en la Huelga de Inquilinos de ese año para protestar por la subida de los alquilas y los desalojos de los conventillos .

Por su activismo, a raíz del atentado contra el presidente Figueroa Alcorta, le fue aplicada la Ley de Residencia y deportada , junto con dos compañeros anarquistas gallegos, hacia Barcelona (España), sus compañeras María Collazo y Virginia Bolten serán deportadas a Uruguay. Por lo pronto en Madrid en enero de 1908, después se trasladará a Barcelona, donde conocerá Teresa Claramunt, Leopoldo Bonafulla, Ferrer y Anselmo Lorenzo. Más tarde, detenida por su labor de agitación en defender de Francisco Ferrer i Guardia, será puesta en un tren hacia Marsella. En esta ciudad y en Génova, donde trabajó de planchadora en un laboratorio de la vía Piroscafo, se relacionó con el movimiento anarquista francés y del exilio (ingleses, peninsulares , etc . ), Para retornar al Uruguay en 1909, a bordo del «Príncipe de Udine», que realizaba su primer viaje trasatlántico, embarcada como camarera. En este país militó activamente, dirigió el periódico «La Nueva Senda», con Collazo y Bolten, y se manifestó en la protesta contra el fusilamiento de Ferrer i Guardia, lo que le obligó a esconderse algunos meses disfrazada de hombre.

En 1910 pasó a la Argentina, clandestinamente bajo el linaje de Rouco, que mantendrá el resto de su vida. En este país formará parte del consejo de redacción de los periódicos anarquistas «La Batalla» y «La Protesta» y del Consejo Federal de la FORA. Después fue detenida con motivo de los hechos del Centenario de la Independencia y extraditada a Uruguay, donde tuvo que permanecer durante un año en prisión.

En libertad provisional, de este país se embarcó como polizonte hacia Francia, gracias a unos marineros anarquistas , pero fue descubierta y desembarcada en Río de Janeiro. Con el estallido de la Gran Guerra, decide instalarse en la capital brasileña, donde trabajó como planchadora y camiseros y comenzó a militar. Durante unos años se unió con el anarquista Juan Castiñeira (José Whiman) que en 1915 participó como delegado en el Congreso del Ferrol y parece que fue asesinado en la Península.

En 1917 volvió a la Argentina y se entregó a la agitación ya la propaganda anarquistas, especialmente desde la FORA, como oradora y en la creación de la Federación Obrera de la Aguja.

1919 participó en los hechos de la « Semana Trágica » y en 1920 vivió en Rosario y creó una agrupación cultural donde participaron el padre y el hermano de la futura cantante Libertad Lamarque .

En 1921 hizo una gira de conferencias por todo el país. Más tarde participó en las campañas de apoyo a Radowitzky, en las protestas por los hechos de la Patagonia (1921-1922), en la defensa de Sacco y de Vanzetti, etc.

En 1921, instalada en Necochea, fundó con otras mujeres el Centro Femenino de Estudios Sociales Argentino. A partir de 1922, ya casada y con dos hijos, editó el primer periódico anarcofeminista, «Nuestra Tribuna» (1922-24), que fue eliminado por la represión.

En 1928 participó en el III Congreso Internacional Femenino. A partir del golpe de Estado del general Uriburu el 6 de septiembre de 1930, tomó parte en acciones contra la dictadura, pero tuvo que hacer un paréntesis en la lucha anarcosindicalista. En el contexto de la Guerra Civil española, participó en organizaciones de apoyo a la Revolución libertaria.

Entre 1943 y 1945 combatió el peronismo como pudo y durante los años cincuenta militó en la Federación Libertaria Argentina (FLA. Colaboró en «Mundo», «Mundo Argentino», «Mujeres Libres» y «Tierra y Libertad», entre otras publicaciones.

En 1964 publicó en Buenos Aires el libro de memorias «Historia de un ideal vívida por una mujer». También fueron editados sus textos bajo el título «Mis proclamaré».

Juana Rouco Buela murió el 31 de octubre de 1969 en Buenos Aires (Argentina).

Juana Rouco Buela, feminista y anarcosindicalista argentina

Con su osado estilo, quebrando formas y acelerando tiempos históricos, Juana Rouco Buela fue en el Río de la Plata, una de las primeras luchadoras femeninas de cuño anarquista. Su historia de vida sumó innumerables páginas como acontecimientos significativos que resultaría dificultoso sintetizar en unas pocas líneas .

Militante activa en numerosas huelgas obreras y en manifestaciones de repudio contra la represión policial y la persecución política, fogosa oradora con una sólida cultura autoletrada, editora de periódicos, ensayista crítica y reflexiva sobre la explotación de la clase obrera y, básicamente, sobre el desempeño laboral y sindical de las mujeres. Su trayectoria atraviesa gran parte del siglo XX. Representa la figura principal del anarquismo femenino tanto en Buenos Aires como en Montevideo, desde su arribo a la Argentina hasta su muerte, en 1968, a la edad de 80 años.

Estamos en 1900. Con el comienzo del siglo, ingresan miles de inmigrantes de ultramar de diversas nacionalidades a nuestro país, entre ellos, se encuentra una jovenzuela madrileña acompañada por su hermano mayor. Al poco tiempo, ingresa al movimiento libertario al intervenir en el célebre mitin del Primero de Mayo, de 1904, convocado por la FORA y el Partido Socialista. Manifestantes y oradores son violentamente reprimidos.

Días más tarde, asiste al Congreso de la FORA, representando a los obreros de la Refinería Argentina del Azúcar, en Rosario, quienes protagonizan una extensa huelga que desembocará, más tarde, en una huelga general.

En 1907, junto con Virginia Bolten, María Collazo y Teresa Caporaletti, organizan el Centro Femenino Anarquista, un espacio de divulgación del ideario entre las obreras y mujeres de pueblo. Poco tiempo después, interviene como pieza fundamental en la Huelga de Inquilino o Movimiento contra el Aumento de Alquileres, movilizando con su capacidad organizativa y su tempestiva arenga a una diversidad de conventillos pobres de la ciudad.

Por esa misma fecha, se produce el atentado contra el presidente Figueroa Alcorta y Juana Rouco es deportada a Europa. No obstante, pese a las condiciones infrahumanas de su estadía en Marsella y Génova, se vincula con anarquistas franceses, españoles e ingleses. De inmediato, decide regresar al Río de la Plata, recalando en Uruguay. Allí, efectúa una intensa actividad propagandística junto a la Bolten y a María Collazo. Todas ellas junto con algunos compañeros libertarios, fundan el periódico «La Nueva Senda», en 1909.

Por haber sido oradora en un mitin en repudio al fusilamiento en Barcelona, del educador español Francisco Ferrer i Guardia, sufre nuevas persecuciones e intentan detenerla pero sin éxito. Ante una redada policial frente a su casa se escapa disfrazada con ropa masculina. Su creatividad le permite salir de Colonia vestida de riguroso luto, con la cara cubierta por un velo a la usanza de la época y una niña en brazos.

Ya estamos en la celebración del Centenario Argentino, pero las festividades del 25 de Mayo quedan empañadas ante una huelga general convocada por la FORA, que provoca una represión desatada contra los dirigentes más combativos, entre ellos, Juana Rouco. Ella es detenida y entregada a Montevideo bajo el pedido de extradición.

Luego de permanecer casi un año en prisión, obtiene su libertad bajo fianza, volviendo nuevamente a las filas anarquistas uruguayas, sin interrumpir su militancia hasta 1914. En ese momento, otra etapa se abre en su vida, ya que, si bien planifica radicarse en París, es descubierta en el barco en que viaja hacia Europa en forma ilegal y desembarca en Brasil.

Se instala en Río de Janeiro durante tres años, alternando su oficio de planchadora con su activismo en el mundo intelectual y obrero carioca.

Hacia 1917, regresa a Buenos Aires, y comienza su intervención en huelgas que estallan en forma constante. El clima de violencia en las luchas sociales alcanza su expresión más álgida durante la Semana Trágica. Por temor a un posible ataque por parte de la agrupación derechista Liga Patriótica a las instalaciones del diario «La Protesta», participa en la ocupación de sus instalación.

Junto con su compañero José Cardella, desarrolla charlas por distintas ciudades del interior del país, las cuales le permiten ser reconocida por su desempeño múltiple: dirigente sindical, oradora, escritora y algo de feminista.

En 1921, funda con mujeres de la provincia de Buenos Aires el Centro de Estudios Sociales Argentino, espacio de debate sobre cuestiones que hacen a la vida privada y pública de las mujeres. En esa instancia nace el proyecto de publicar un periódico anarquista dirigido y escrito por y para mujeres: «Nuestra Tribuna» (1922-1924).

En 1930, al producirse el golpe militar del General Uriburu contra el gobierno radical de Hipólito Irigoyen, las dimensiones adquiridas por la represión desatada precipita su repliegue. El clima de fervor y lucha reiniciado en el marco internacional de la Guerra Civil Española (1936-1939) permite la reaparición de Juana Rouco Buela, organizando con otras mujeres de diversos partidos políticos y agrupaciones feministas, formas alternativas de ayuda a la causa republicana.

Ya para la década del ’40, su vida pública se va acotando ante la irrupción del peronismo y la desaparición histórica del movimiento anarquista.

Por último, en 1964, publica su autobiografía «Historia de un ideal vivido por una mujer». Por esos caprichos de la historia, se convierte en la primera obra anarquista escrita por una mujer y desde una mirada no sexista recoge las luchas de sus compañeras y de todas las voces silenciadas de ese pasado revolucionario.Mabel Belluccihttp://www.alasbarricadas.org/ateneovirtual/index.php/Juana_Rouco_Buela

Juana Rouco Buela

Una libertaria gallega en el Río de la Plata

“A los 18 años, la policía me consideró un elemento peligroso para la tranquilidad del capitalismo y el Estado”. Estas palabras, escritas por Juana Rouco en sus memorias, son un resumen del que significó su vida de lucha y compromiso. Juana Rouco Buela representa la figura principal del anarquismo femenino tanto en Buenos Aires como en Montevideo. Es un paradigma del activismo político de los emigrantes gallegos y todo un símbolo en la lucha por los derechos de la mujer.

Nuestra protagonista nació en Madrid en 1889, hija de emigrantes gallegos en la capital de España. A los cuatro años quedó huérfana de padre, lo que obligó a la madre a hacerse cargo en exclusiva de ella y de un hermano. La difícil situación en la que quedó la familia fue determinante en la decisión de seguir el camino de la emigración. De esta manera, llegan a la Argentina el 24 de julio de 1900. En el país austral fue una de las primeras luchadoras de tendencia anarquista.

En 1904 participó como oradora en el mitin del primero de mayo, organizado por la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) y el Partido Socialista; este acto fue reprimido violentamente por la policía. También en 1904 participó en el congreso de la FORA representando a los obreros de la Refinería Argentina de Azúcar de Rosario, que estaban en huelga.

En 1907, junto con Virginia Bolten, María Collazo y Teresa Caporaletti, organizó el Centro Femenino Anarquista. Este centro pretendía ser un espacio para la divulgación del ideario ácrata entre las obreras y las mujeres del pueblo. Participó activamente en el movimiento contra el aumento de los alquileres. En esta huelga Juana Rouco destacó por su capacidad organizativa y por una tempestuosa oratoria, que consiguieron movilizar la mayoría de los conventillos de Buenos Aires.

Acudimos a las memorias de Juana Rouco para observar la crudeza de esta huelga: “Ocho mujeres cargaban a pulso el féretro del niño asesinado por la policía comandada por Ramón L. Falcón. Pero el camino hecho a pie, desde Barracas hasta Chacarita era largo, entonces se turnaban con otras mujeres. Aunque en algún punto hubo que dejar el cajón en la calle para defenderse de la represión policial que ni a los muertos respeta. Detrás del ataúd, cerca de 700 vecinas de los conventillos encabezaban una columna de más de 5.000 trabajadores que abandonaban talleres y fábricas para concurrir al sepelio del joven mártir. Era un cortejo imponente de los vecinos más pobres de Buenos Aires”.

Juana Rouco fue deportada a Europa a consecuencia del atentado contra el presidente Figueroa Alcorta. Residió en Marsella y Génova, relacionándose con anarquistas franceses, españoles e ingleses. Enseguida decide volver al Río de la Plata, asentándose en Uruguay.

En 1909 participó en la creación en Uruguay del periódico «La Nueva Senda». Su participación en los mítines de protesta por el fusilamiento de Francisco Ferrer i Guardia en Barcelona le ocasionaron nuevas persecuciones. En 1910 fue detenida en Buenos Aires siendo extraditada a Uruguay. Tras un año en prisión fue puesta en libertad, volviendo a militar en el anarquismo uruguayo.

En 1914 decidió marchar a Europa, y al ser descubierta en el barco que la llevaba fue desembarcada en Brasil. Así, residió en Río de Janeiro durante tres años, en los que alternó su oficio de pasadora del hierro y su activismo sindical.

En 1917 regresó a Buenos Aires, donde participó activamente en las luchas sociales de la época.

En 1921 estuvo presente en la creación del Centro de Estudios Sociales Argentino, espacio de debate sobre temas relacionados con la vida privada y pública de las mujeres.

Entre 1922 y 1924 participó en la edición del diario «Nuestra Tribuna», dirigido específicamente a las mujeres. El golpe de Estado del general Uriburu en 1930 supone un paréntesis en su papel de activista sindical. Retorna a la actividad pública en el contexto de la Guerra Civil española, participando en las organizaciones de ayuda a la lucha republicana. En los años cuarenta, con la llegada del peronismo al poder, volvió a abandonar la militancia activa.

En 1964 publicó su autobiografía «Historia de un ideal vivido por una mujer» que cuenta, no sólo su vida, sino la historia de las mujeres anarquistas. De esta manera, podemos leer en sus memorias “Pude demostrar con hechos que la capacidad de la mujer es exactamente igual a la del hombre y sólo le falta ejercicio y estímulo, ya que siempre se la ha ido colocando en un plano inferior de condiciones, haciendo abstracción de sus conocimientos y opiniones». La lucha y el trabajo de Juana Rouco contribuyeron a que las mujeres dejaran de ocupar ese plano inferior. Convertida en un símbolo del movimiento libertario argentino. Juana Rouco falleció el 31 de octubre de 1969.

Obra de Juana Rouco Buela

«Historia de un ideal vivido por una mujer», Buenos Aires: Edición de la autora, 1964.

Bibliografía:

BELLUCCI, MABEL: Anarquismo y feminismo. El movimiento de mujeres anarquistas con sus logros y desafíos hacia principios de siglo, Bos Aires, 1989.

PENELAS, CARLOS: Los gallegos anarquistas en la Argentina, Bos Aires: Torres Agüero Editor, 1996.